martes, octubre 23, 2007

The Shore

Caminaba haciendo uno de mis recorridos, los días habían estado nublados, un fresco viento ingresaba a la gran isla por el noreste, esa parte de mi casa me gusta mucho, había pasado un par de veces en esa semana cuando acostumbro hacerlo mucho más seguido y recuerdo haberlo visto, pero creo que seguía en el mar, quizá atorado entre aquellas rocas en las cuales me gusta pescar, pero ese día lo ví en la playa, firmemente asentado en la arena, la marea nocturna lo había llevado bien adentro y estaba semienterrado pero limpio de algas, mientras caminaba tuve que mirarlo más de dos veces porque no comprendía bien que era, seguramente porque hacía mucho no lo había visto, así que un tanto indeciso me acerqué y lo observé, limpio, reluciente y firmemente cerrado, efectivamente las iniciales correspondían así que traté de abrirlo sin ningún éxito, lo extraje de la arena y me di cuenta de que no pesaba, así que lo lleve a mi casa y escogí el camino más corto.
Una vez en la casa, a la sombra del imponente Sol traje mis herramientas y comence a abrirlo, me costó un poco de trabajo, las iniciales indicaba varios años de antigüedad, después de un rato la cerradura cedió y los seguros se levantaron perezosos. . .
Mis manos temblaban mientras se abría lentamente, de su interior emergió un dulce aroma, lejanamente familiar, asombrosamente fresco, después de tantos años se mentiene como si hubiese sido ayer cuando se cerró, me doy cuenta de que nunca se fué, solo quedó dormido y cientos de años después llega a mis manos y llena mi pecho, ahora luce en mi casa con la tapa abierta y la inunda con su fresco aroma. . .

Río

Estos días me han sabido a recuerdo, es un sentimiento extraño el ver el presente y relacionarlo con un pasado que me asalta en ese justo momento y me translada a cuando estaba en la secundaria y así mientras camino voy saltando en el tiempo y caras, nombres, pero sobre todo sentimientos llegan a mi, así he venido caminando y volviendo a amar, ha llorar, ha sonreír, sonrojarme por situaciones que creí habían desaparecido, me doy cuenta hoy que mi ser es como un gran río con aguas tumultuosas y rápidos y anchos remansos que hoy fueron agitados por un enorme pez. . . y recuerdo el vaivén y el agua fría. . .

martes, octubre 09, 2007

Dos meses

Dos meses y más o quizá menos (es el vino y lo tarde de este martes) desde que no escribo.

Matías está bautizado, Sofía se cayó de la tasa del baño (se quedó dormida) y todos nos asustamos muchísimo, afortunadamente todo quedó en un chichón de una noche.

Sofía pregunta mucho por la muerte y el esqueleto y qué sucede después de que uno muere y qué le pasa al cuerpo, seguro es porque su querida maestra murió.

La muerte de Paty fue dolorosa y un recordatorio de que esta vida dura un suspiro.

Viajé a Acapulco la semana pasada y el coche se comportó excelente, pero llegué sumamente cansado.