martes, julio 27, 2010

Tormenta

Esto es una mala broma . . . es en los momentos más obscuros cuando es más difícil recordar las enseñanzas. . .
Cuando el trabajo es estable, los ingresos seguros para mí fue fácil trabajar en el paso siguiente, la consolidación y futura expansión de mi negocio y mi vida, “por fin” pensé “estoy cerca de todo aquello que soñé”
En los momentos estables es fácil expandirse o sentir que uno lo hace, ver lo avanzado y observar ambiciosamente el horizonte.
Confiar en Dios, creer en Él, es mucho más fácil cuando las cosas van viento en popa y sin embargo, es en los momentos más obscuros cuando uno realmente confía en Él, no es cuando el viento es suave, es cuando la tormenta es aún más violenta.
Aterido me acerco al calor del hogar. . .
Mientras dudo una voz clara y potente me dice “Confía” es un hombre sonriendo . . . mi cabeza es una Medusa, las serpientes hablan a la vez, a veces en coro, unas susurran, otras gritan, otras jamás dejan de hablar y yo me concentro y observo al hombre sonriendo. . .
¿De qué se ríe éste cabrón??
No es una mala sonrisa, es franca, genuina, el hombre sonríe porque él ve desde más alto mi vida misma.
Confío. . . confío y yo también sonrío, más por imitar que por convicción.
Vanita decía “Lo único que yo pido es recordar todo lo que sé en el momento adecuado”
Hoy pido lo mismo.

miércoles, julio 14, 2010

Escucho sus palabras a veces suaves otras violentas,
siento su presencia cercana aunque me pierda entre las ventanas
las nubes me llevan
me pierdo en su cuerpo
en sus manos que acomodan ahora su pelo
ahora la tela que cubre su cuerpo

Me concentro y veo mis manos
hago un esfuerzo y escucho su voz por encima de mis pensamientos

Escucho mis voces que susurran caricias
vuelvo al cielo
me concentro de nuevo y escucho en silencio. . .

domingo, julio 04, 2010

Vicky

Ví Vicky Cristina Barcelona y me gustó mucho, de alguna u otra manera me encontrado en una situación similar a la de sus personajes, ojalá a la de Juan Antonio, sigo sin entender el miedo, el suponer que eso que se siente tan intenso por alguien y que no está "bien" cederá con el tiempo, sé que no es así, hoy se llama Vicky como mañana Mónica y pasado mañana Scarlett, el nombre es lo de menos, lo de más es que se siente algo inmenso, confuso ante la sociedad pero real, diría mi querida Christiane que es complicarse la vida de a gratis y pareciera que así es, pero que aburrida sería la vida si uno no investigara más allá de lo que el camino parece mostrar, alguna vez le dije a una mujer a quién amo profundamente que prefería mil veces sentir el dolor de su ausencia, la emoción por verla y besarla, la confusión ante lo que sentía por ella, en fin prefería vivir el amor por ella que cerrar esa puerta y "matar" ese amor, censurarme por mi sentir y darle la espalda a eso tan maravilloso que sentía en cada parte de mi cuerpo.

Ella, como Vicky, prefirió que lo mejor era que yo saliera de su vida y así fue y así es.

Yo no soy como Vicky, pero las he tenido, me encantaría ser como Juan Antonio, he tenido mis Cristinas y por Dios que Tere es mi María Elena con la gran bendición de no nos queremos matar y la mala fortuna de que ella jamás aceptaría a ninguna mujer en Nuestra relación.

Al final del día, desde mi punto de vista, esta historia se repetirá con diferentes nombres, en diferentes circunstancias y con el mismo resultado: dolor, frustración, miedo y así hasta que esta sociedad entienda bien esto del amor, hasta que separemos el amor de un montón de cosas, empezando por la propiedad, la exclusividad, el sexo y un montón de cosas más.

jueves, julio 01, 2010

Se nos ha olvidado . . .

Nos enseñaron mal tantas cosas, en general estamos totalmente confundidos respecto a lo que es verdaderamente importante, hemos perdido el rumbo de fea manera, la sociedad es esquizofrénica en muchos sentidos, la gente en general es cada vez más gorda y la ropa es cada vez más chica, no es que la gente que hace ropa no lo sepa, lo sabe y le importa un bledo, el sexo está presente en cada espacio en la ciudad, en la red, en la publicidad pero en realidad es poca la gente que habla de sexo, que enseña sexo, que vive su sexualidad plenamente, nos orillan a hacer todo rápido, a comer rápido, a trabajar rápido, a aprender rápido, a que las cosas sean fáciles pero también nos enseñan a que lo que viene fácil, fácil se va . . . haga ejercicio sin esfuerzo, baje de peso sin dejar de comer (mucho) lea un libro de 250 páginas en 20 minutos, aprenda inglés rápido sin tareas sin esfuerzo . . .

Estamos confundidos en casi todo, en el amor, en el sexo, en la felicidad, en el dinero y las cosas tienen que cambiar, de hecho están cambiando, he aprendido que básicamente existen dos caminos para casi cualquier enseñanza, la primera es por las malas, es anteponer el ego, “nuestros” deseos, lo que creemos que tiene que ser versus lo que naturalmente se nos brinda, anteponemos la idea que nos vendieron y que Nosotros compramos respecto a la felicidad y somos unos niños que buscan vehemente el tesoro al final del arcoiris, así, las lecciones se acumulan cada vez más fuertes y el desconcierto y la infelicidad son compañeros frecuentes, y así seguirá la rueda hasta que entendamos la lección, el segundo camino es por las buenas, ceder el ego, aprender nuestras fortalezas y explotarlas, aprender, crecer, entender que hay cosas que son y que hay que disfrutarlas, curiosamente ese camino es mucho más fácil de transitar una vez que uno cede el “control” a algo superior a Nosotros mismos, el nombre no importa, Dios, El Universo, Uno o como quiera que le llamemos el sentimiento de plenitud de confianza es exactamente el mismo una vez que uno lo siente. . .

Se nos ha olvidado lo fácil que es bailar, gritar de alegría, caminar, respirar, tomarse las cosas con calma, se nos ha olvidado lo fácil que es amar a otra persona y esperar nada, hinchar el pecho con ese sentimiento y seguir adelante . . . se nos ha olvidado confiar, abrir grande los brazos y saltar al vacío, algo totalmente infinito nos sostiene en todo momento. . . confiar. . . confiar. . . hoy yo confío, justo en este momento yo confío. . .