viernes, octubre 29, 2010

De regreso en el bosque

Camino por entre el bosque, observo los altos árboles y algo dentro de mi hace una pregunta inquietante ¿existe esto que ves?
Lo es porque el bosque entero parece desvanecerse, pierde forma, se funden los contornos, imagino quedarme en un páramo yermo.
Me obligo a sentir mi cuerpo y los pies sobre el suelo, existe, siento el frío, las hojas de los altos fresnos crujir bajo mis pies, observo.
Estoy ahí, mis pasos me llevaron hasta donde estoy y existen rastros de haber caminado antes, son claros, un poco cubiertos por la hojarasca pero ahí están y suspiro con alivio.
El bosque está extrañamente callado, se siente la ausencia, no está muerto, sólo hibernando, los tiempos son extraños, no los medimos igual, me queda claro mi deseo de que fuese más rápido, no lo será.

sábado, octubre 23, 2010

Reencuentros

Ayer volví a ver a compañeros de la preparatoria, me gusta estar con ellos, los escucho hablar de viejos conocidos, la mayoría de ellos olvidados por mi, me sorprende sus memorias para con nombres, situaciones, relaciones, yo de la prepara recuerdo muchas cosas, no las mismas que ellos, ayer me reí como enano, me divertí mucho y me hubiera gustado quedarme más tiempo.
Reflexionando respecto a mis memorias sé que durante ésa época yo buscaba desesperadamente algo que no encontré con ellos, como tampoco lo encontré en mi familia, estaba muy enojado con la vida, conmigo, con todos y me refugié en el alcohol y salí solo de ahí, después en los libros y mi cabeza es un revoltijo de nombres, palabras, autores.
Culpo a un golpe en la cabeza de haber olvidado muchas cosas, casi me mato en esa ocasión y mi cabeza tiene una línea grande y abultada que me recuerda que hay algo mucho más grande de mi que me cuida en todo momento.

Así las cosas ellos fueron un refugio de seguridad, de compañía durante un tiempo y luego los dejé para seguir buscando algo que más o menos siento que ya sé que es.

En la prepa conocí a gente que hasta la fecha ha seguido conmigo a veces muy cerca otras no, de manera itinerante y ya no me peleo con eso.

Gonzo ha muerto, mi gran amigo, mi hermano se fué, me queda la certeza de que nos volveremos a ver y sonrío.
Neto está en otro país y de repente hablamos, nos une los viajes a Mérida, las pláticas sinceras.
Martha de la Garza sigue aquí, con la distancia que siempre nos ha caracterizado, yo la amo como cuando en la prepa y ella lo sabe, quizá por eso la distancia.
De Paco no sé nada desde hace años.
A Gabriel Marín lo he soñado muchas veces y en todas esas ocasiones somos amigos, hermanos como lo fuimos durante años.

Enrique fue quién movió todo esto, buscó, encontró y nos volvimos a encontrar y yo agradezco profundamente eso.

lunes, octubre 11, 2010

Empecé contando hojas esperando que pasara el tiempo y la fronda quedara desnuda. . .
llegó el calor y los retoños con él
conté entonces los retoños esperando que pasara el tiempo y las hojas verdes llenaron la fronda. .
llegó la lluvia y con ella el frío
y conté las gotas en esa cerrada y fina cortina
cayó la última gota y miré el cielo buscando otra cosa que contar mientras pasa el tiempo para de nuevo escuchar tu voz
llegaron las nubes grises y cubrieron el inmenso valle y de tanta nube ahora es una y llegó la noche
y conté las noches y en un sueño te escuché. . . hoy no hay nada que contar. . .