jueves, abril 28, 2011

Separando ríos

Nos enseñan a que nuestro río tiene que correr solo por el mundo, sin saber que el río se forma de arrochuelos, que mientras más afluentes tenga más rico y poderoso se vuelve, nos enseñan a jamás llegar al mar cuando todo río anhela la profundidad y vastedad del mar.
Nos enseñan a no mezclarnos y si lo llegamos a hacer a separarnos de inmediato y he visto gente ahogada tratando de separar el agua, nos mal enseñan tanto.
Tratar de separar un río es tan estúpido como imposible, el agua se mezcla, se funde y nada es como antes y jamás podría volverlo a ser y sin embargo se pretende, se insta a y la gente se vuelve loca.
Es estar juntos y pretender no estarlo, es comprometerse pero no unirse . . . y sin embargo cuando dos ríos se unen comparten un mismo lecho y quizá más adelante el río se bifurque y explore nuevos territorios mucho más enriquecido, mucho más fuerte y siendo único.
Hoy me es imposible y no quiero separar nuestros ríos pero también sé que encontré un camino y lo estoy explorando y conforme mis aguas inundan nuevos territorios encuentro, huelo otras aguas y me mezclo en ellas.

martes, abril 05, 2011

De palabras y mujeres

Ponerle nombre a lo que siento muchas veces es cuestión de ego, otras tantas es cuestión de supervivencia, que ellas sepan que les escribo es cuestión de supervivencia, publicarlo es muchas veces cuestión de ego, escribirle a la mujer que amo es fácil, vivir con ella y escribirle es sumamente complicado, escribirle a ciertas mujeres que deseo es mágico, pasar de las palabras a la piel me hace temblar, me da igual emoción que miedo, conocer la cadencia de su cuerpo, conocer su piel a través de la mía, escuchar sus sonidos, la urgencia ahora, lentitud después con la que buscan el orgasmo me fascina y me lleva a un placer sublime, poseroso. . .
Contener mi tiempo buscando el suyo perfecto me excita más allá de mi propio cuerpo, guardo celoso momentos precisos, cuadros sublimes en donde observo y escucho su cuerpo entero . . .

Las Jacarandas

Recuerdo el silencio y después el latir de mi corazón, mi respiración constante y el sol brillar en lo alto, yo observando la avenida entera y la explosión de morados contrastando contra los vivos verdes de los fresnos.
De lejos lo que domina son esas pequeñas flores moradas que conforman un hermoso y cerrado dosel, bajo el ritmo de mi pedalear y disfruto su suave y casi imperceptible aroma, entonces observo que hay manchones de verde entre sus ramas, que el dosel no es cerrado sino ligeramente abierto en ciertas partes, el sol se filtra con fuerza.
Sopla el viento y las flores se desprenden, vistas de lejos es una lluvia lenta, que cae perezosamente y forman una enorme alfombra morada, disfruto pisarla y escuchar sus plops, disfruto pasar bajo su dosel y sentir la finísimas gotas de néctar en mi piel.
Junto con las flores llegan las abejas y las hormigas y los pájaros y mariposas, no sólo es una explosión de color, lo es también de vida.
Amo las jacarandas todo el año, cuando se llenan de pequeñas hojas, cuando sus flores explotan en toda la ciudad y adornan con manchones morados grandes extensiones, cuando el viento arranca sus flores y veo lluvia morada, cuando el frío otoño arranca sus hojas y la lluvia se convierte en dorada, incluso amo sus poderosas raíces que se rebelan contra el hombre y su duro concreto.

En el metro

Ella y yo sabemos que en cuanto las palabras sean pronunciadas todo desaparecerá, es por eso que sólo intercambiamos miradas en el reflejo del vagón en movimiento, tímidas sonrisas y suspiros discretos, ojalá el viaje durara una eternidad.

De los nudos.

Tome la cuerda en cuestión y observe cuidadosamente el grosor y largo de la misma, tenga especial atención en observar si ya existe un nudo previo.
Después de la observación medite respecto al uso que pretende dar a la cuerda, no se preocupe demasiado si en un principio hace nudos casi involuntariamente, es usual, casi natural; con el tiempo su aprehensión por los nudo se irá puliendo.
Si existiera un nudo previo por favor no haga otro en el mismo lugar, utilice un pedazo de cuerda libre.
Se recomienda fuertemente no realizar nudos ciegos o chinos, recuerde también que mientras más cuerdas tenga mayor es la probabilidad de anudar unas con otras, en este juego como en la vida gana el que menos nudos haga.
Una vez superada la compulsión de anudar silvestremente se le enseñarán las bases para nudos artesanales.